El gobierno de Javier Milei enfrenta una nueva etapa tras el vencimiento de las facultades delegadas que le había otorgado el Congreso a través de la Ley Bases. Esta herramienta permitía al Ejecutivo modificar por decreto asuntos administrativos, económicos, financieros y energéticos, evitando el paso legislativo.
Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación, afirmó que el gobierno no buscará una prórroga, ya que considera que se aprovechó el tiempo para impulsar reformas económicas. Durante el año de facultades delegadas, se implementaron alrededor de 101 medidas, incluyendo disoluciones, unificaciones, reorganizaciones y privatizaciones.
Ahora, el gobierno deberá recurrir a Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), decretos simples, resoluciones y disposiciones, como lo hacía antes, pero sin la posibilidad de eludir al Congreso en ciertos temas. El Senado, donde La Libertad Avanza tiene una minoría de bancas, se prepara para una sesión clave donde se debatirán proyectos como la distribución de los Aportes del Tesoro Nacional y el impuesto a los combustibles líquidos, así como aumentos jubilatorios, la Emergencia en Discapacidad y la moratoria previsional.
La oposición en el Senado cuenta con los votos para aprobar estos proyectos, aunque se espera que el Presidente los vete. Mientras tanto, el gobierno tiene pendiente el trámite legislativo del proyecto de ley del “Principio de Inocencia Fiscal”. El clima político tenso y la posibilidad de una vulneración del veto presidencial generan incertidumbre en los mercados.
En este contexto, el gobierno apuesta a mantener la gestión interna en línea y a seguir comunicando su modelo libertario de manera efectiva. Milei confía en haber cumplido con el mandato de bajar la inflación y espera obtener buenos resultados en las próximas elecciones.