Un informe crítico del FMI sobre la política económica de Javier Milei y Luis Caputo ha generado preocupación sobre la estabilidad del programa acordado hace apenas tres meses. Max Alier, economista del FMI encargado de la oficina en Argentina, elaboró un informe que advierte sobre desvíos en las metas fiscales y de acumulación de reservas netas, así como sobre desequilibrios monetarios.
Según el informe, la presión sobre el tipo de cambio podría provocar el colapso de las bandas del dólar si los fondos comunes de inversión Money Market enfrentan mayores encajes. Alier sugiere que las tasas de interés deberán seguir subiendo, lo que contradice la idea de Milei y Caputo de remonetizar la economía.
Ante este panorama, Caputo ha recurrido a su viceministro, José Luis Daza, para tratar de obtener el desembolso de USD 2.000 millones que el FMI mantiene en suspenso. Daza también está intentando que el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, libere los USD 5.000 millones que se había comprometido a girar a Argentina.
Sin embargo, Daza enfrenta dificultades, ya que el personal del FMI está por entrar en vacaciones y Wall Street ha mostrado preocupación por las inconsistencias macroeconómicas y la implosión de la relación del gobierno con los gobernadores aliados. Además, la misión del FMI que visitó Buenos Aires advirtió que podría revisar su apoyo si no se privatizan al menos 20 empresas públicas entre octubre y fin de año.
El informe del FMI revela que el acuerdo firmado proyectaba una prima de riesgo país de 550 puntos básicos para 2025, mientras que hoy está en 700. Asimismo, el déficit de cuenta corriente ya supera lo acordado y la acumulación de reservas está por debajo de la meta.