Greta Thunberg, la reconocida activista sueca, fue deportada por Israel tras ser interceptada junto a otros activistas cuando intentaban romper el bloqueo naval a la Franja de Gaza. La embarcación, llamada Madleen, formaba parte de la Flotilla de la Libertad y transportaba ayuda humanitaria destinada a la población gazatí.
El Ministerio de Exteriores israelí confirmó la deportación de Thunberg y publicó fotografías de la activista en el aeropuerto Ben Gurion, antes de abordar un vuelo con destino a Suecia, con escala en Francia. De los doce activistas que viajaban en el barco, cuatro aceptaron ser deportados, incluyendo un ciudadano español llamado Sergio Toribio.
Los ocho activistas restantes se negaron a firmar los documentos de expulsión y permanecen detenidos en la prisión de Givon, en Ramla. Entre ellos se encuentra Rima Hassan, una franco-palestina que actualmente es miembro del Parlamento Europeo. La organización Adalah está brindando asistencia legal a los activistas detenidos.
El intento de la Flotilla de la Libertad buscaba denunciar la crisis humanitaria en Gaza y romper el bloqueo israelí, que restringe el acceso de bienes básicos como alimentos, medicinas y combustible. Organizaciones humanitarias han denunciado que la ayuda permitida por Israel es insuficiente para cubrir las necesidades de los 2,1 millones de habitantes de Gaza, quienes han sufrido condiciones de privación extrema durante meses.
Este incidente ha generado tensiones diplomáticas y críticas internacionales hacia el bloqueo israelí a Gaza. Loubna Tuma, portavoz del equipo legal de la Flotilla, argumentó que el bloqueo en sí mismo es un acto ilegal que impide la entrada de ayuda humanitaria a la región.