Las protestas contra las redadas migratorias del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Los Ángeles han escalado durante el fin de semana, resultando en la detención de al menos 56 personas. Las manifestaciones, que comenzaron tras la detención de 44 inmigrantes, han derivado en enfrentamientos con la policía, ataques a agentes y bloqueos de autopistas.

El jefe del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD), Jim McDonnell, informó que solo el domingo se realizaron 27 arrestos en el centro de la ciudad. Los cargos incluyen el lanzamiento de un cóctel Molotov contra un agente y el ataque con una motocicleta a una línea de oficiales. La Patrulla de Caminos de California (CHP) también detuvo a 17 personas durante el desalojo de manifestantes en la autopista 101. El sábado, otras 29 personas fueron arrestadas por no acatar las órdenes de dispersión de la policía.

La situación ha escalado a nivel federal con el despliegue de más de 2.000 efectivos de la Guardia Nacional por orden del presidente Donald Trump. Esta medida ha sido duramente criticada por el gobernador de California, Gavin Newsom, quien planea presentar una demanda contra la administración federal, argumentando que la operación no fue coordinada con las autoridades estatales y contraviene el protocolo legal vigente. Newsom acusó a Trump de exacerbar la situación y mintió completamente. Además de la Guardia Nacional, 500 marines están listos para ser desplegados si es necesario. El conflicto entre la Casa Blanca y el gobierno estatal por el control de la seguridad pública en California se agrava.