La interna en el PRO se agudiza en la Cámara de Diputados, impulsada por las diferencias entre Mauricio Macri y Patricia Bullrich, y con las elecciones en la Ciudad de Buenos Aires como catalizador. Las tensiones, antes evidentes en redes sociales y declaraciones públicas, ahora se manifiestan en hechos concretos, como la firma de dictámenes separados en el Congreso.
La reciente renuncia de Bullrich al PRO y su afiliación a La Libertad Avanza exacerbaron las divisiones. En un plenario de comisiones donde se debatían modificaciones a las jubilaciones, los diputados del PRO mostraron sus diferencias al firmar dos dictámenes distintos: uno por los «amarillos puros» (leales a Macri) y otro por los PRO más cercanos al oficialismo, a quienes algunos llaman «con peluca».
La fractura se evidencia en la conformación de los grupos. Figuras como Diana Molero, Luciano Laspina y María Eugenia Vidal se alinean con Macri, mientras que Silvana Giudici, Diego Santilli y Laura Rodríguez Machado se muestran más cercanos a La Libertad Avanza. A esto se suma la creación del bloque Futuro y Libertad por parte de Gabriel Chumpitaz y Verónica Razzini, quienes ya se alejaron del PRO.
La falta de diálogo y un «factor ordenador» dentro del bloque dificultan la situación. Un diputado macrista describió la situación como la existencia de «una línea del bloque totalmente violeta y oficialista y otra que mantiene cierta independencia». La posibilidad de una ruptura definitiva del bloque es cada vez más latente, especialmente si no se logra un acuerdo entre los sectores. Algunos incluso ven en esta división una estrategia de Macri para recuperar protagonismo y marcar diferencias con el oficialismo. La próxima sesión en la Cámara de Diputados será clave para observar el comportamiento del bloque y si la división se hace aún más evidente.