Después de un 2,8% en abril, las proyecciones para la inflación de mayo apuntan a una leve desaceleración, situándose ligeramente por encima del 2%. Este descenso se atribuye principalmente a una menor presión en los precios de alimentos y bebidas, así como de los productos estacionales, que habían experimentado aumentos significativos en meses anteriores. La estabilidad del tipo de cambio tras la eliminación del cepo cambiario también ha contribuido a evitar sobresaltos en los precios.
Si bien en abril los rubros de Restaurantes y hoteles (4,1%), Recreación y cultura (4%) y Prendas de vestir y calzado (3,8%) lideraron los aumentos, las consultoras privadas se muestran más optimistas para mayo. EcoGo, por ejemplo, proyecta una inflación del 2,2% mensual, gracias a la moderación en los precios de los alimentos consumidos fuera del hogar y la caída en los precios de productos estacionales como frutas y verduras.
Otras consultoras, como PxQ, también anticipan una inflación inferior al 2,5% para mayo, aunque señalan que la primera semana del mes estuvo marcada por aumentos en los precios regulados, como las tarifas de gas y el transporte público. Analytica, por su parte, estima una inflación del 2,6%, destacando la reciente reducción en los precios de los combustibles y la estabilidad cambiaria como factores clave. En general, las proyecciones apuntan a una tendencia a la baja en la inflación, aunque se advierte sobre la posibilidad de que factores inesperados puedan generar volatilidad en los precios.