El gobierno de Javier Milei ha continuado con los despidos en Anses, alcanzando ya más de 1.300 despidos. Esta situación ha generado un aumento en la conflictividad, con la realización de asambleas y un cese de atención en casi 70 delegaciones de la provincia de Buenos Aires. Los telegramas de despido han llegado a numerosas oficinas, lo cual ha generado preocupación entre los empleados. El secretario general del Sindicato de los trabajadores de Anses (Secasfpi), Carlos Ortega, ha anunciado que están en plan de lucha y que están analizando la posibilidad de realizar un paro general en los próximos días.
Esta situación no se limita solo al conurbano bonaerense, ya que los despidos se están produciendo en todo el país. El impacto de los despidos se ha sentido en ciudades como Barranqueras, en Chaco, donde se han cerrado oficinas y solo se mantiene el servicio en la capital provincial. Los delegados de UPCN en Anses en La Matanza han descrito la situación como desesperante, ya que han recibido telegramas de despido en todas las ciudades del distrito. Ante este panorama, se consideran medidas de fuerza en los próximos días.
Diversos actores políticos han denunciado esta situación. La intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, ha señalado que el gobierno de Milei está cerrando las oficinas de atención al público de Anses y ha denunciado los telegramas de despido que han llegado a los trabajadores de la oficina de ANSES de Ezpeleta. En Lanús, el bloque de concejales de Unión por la Patria ha repudiado los despidos en las oficinas de Lanús y Monte Chingolo, denunciando una política de vaciamiento del organismo por parte del gobierno libertario.
Según voces que concen el funcionamiento del organismo, hay, como mínimo, un 40% de empleados sobrantes ingresados como favor político (al igual que otro alto porcentaje) cuya ausencia no debería notarse en cuanto a lo operativo. «Son muchísimos en cantidad pero la atención es pésima, la dinámica de trabajo es terrorífica» afirman.