El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, está considerando dejar de ser presidente tras las informaciones que han surgido sobre su esposa, Begoña Gómez. En una carta publicada en redes sociales, Sánchez expresó su preocupación por los ataques que ha recibido su esposa y anunció que cancelará su agenda para reflexionar sobre su situación. El presidente afirmó: «Soy un hombre profundamente enamorado de mi mujer. Necesito parar y reflexionar». Sánchez acusó a los partidos de la derecha y la ultraderecha de traspasar la línea del respeto a la vida familiar de un presidente del Gobierno y denunció una estrategia de acoso y derribo que lleva meses perpetrándose. El presidente dará a conocer su decisión final el próximo lunes 29 de abril.
Begoña Gómez ha estado en el centro de la polémica en los últimos meses debido a las acusaciones de tráfico de influencias en relación con reuniones que habría mantenido con varias empresas privadas, como Globalia y Air Europa, que luego obtuvieron contratos y fondos públicos del Gobierno actual. Aunque no está imputada de ningún delito y no ha sido citada a declarar como acusada, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha abierto diligencias contra ella por presuntos delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios. La apertura de estas diligencias preliminares marca el inicio de una investigación para determinar si existen indicios suficientes de la comisión de un delito.
La situación de Pedro Sánchez es delicada, ya que se plantea dimitir debido a la presión mediática y política que ha surgido en torno a su esposa. El presidente ha manifestado su impotencia ante los ataques que ambos han recibido y ha expresado la necesidad de reflexionar sobre si vale la pena continuar al frente del Gobierno. Esta decisión podría tener un impacto significativo en la política española, especialmente a las puertas del inicio de la campaña de las elecciones catalanas del 12 de mayo. El presidente dará a conocer su decisión final el próximo lunes, lo que genera incertidumbre y amenaza con monopolizar la conversación política en el país.