El ministro del Interior pidió que la provincia de Buenos Aires mantenga inhabilitado de conducir al hijo de la ex modelo, que logró una mediación penal para no ser juzgado en la causa por provocar en estado de ebriedad un accidente en la autopista Panamericana en el que murieron tres personas.
El funcionario manifestó que «es un pésimo mensaje para la sociedad que alguien que provocó la muerte de tres personas al conducir alcoholizado, pueda seguir manejando como consecuencia de un acuerdo judicial».
En ese sentido, y al recorrer la obra de remodelación de la estación Bella Vista, en San Miguel, Randazzo pidió «a la provincia de Buenos Aires que mantenga la inhabilitación» de Gianmarco Dolce (20), que tras arreglar su situación en una mediación penal no podrá ser juzgado ni condenado.
«Más allá del beneficio que le otorgó el acuerdo judicial, el Estado tiene la obligación de bregar por el cuidado de la vida y el respeto a las leyes», comentó el ministro.
En ese sentido indicó que «la provincia de Buenos Aires tiene elementos suficientes para mantener la inhabilitación que fue solicitada por el Juzgado Administrativo de Tránsito de San Isidro hasta diciembre de 2015».
«Hoy en la base de datos nacional Dolce sigue figurando inhabilitado para conducir, y esa situación sólo puede cambiar a pedido de la provincia, cosa que esperamos que no suceda», agregó.
Randazzo recordó que desde la Agencia Nacional de Seguridad Vial, organismo dependiente de su cartera, se impulsó una ley «que contemple la tolerancia cero de alcohol para quienes conducen un vehículo», y ahora esperan que «el Congreso nacional la sancione cuanto antes».
El hecho por el que se imputó a Dolce ocurrió a las 6.10 del 26 de abril de 2013, en el cruce de la Panamericana y la ruta 197, mano al norte, a la altura de la localidad bonaerense de El Talar, partido de Tigre.
El joven, por entonces de 19 años, regresaba a su casa en el country Ayres del Pilar y conducía a alta velocidad una camioneta Ford Ranger color blanco, doble cabina.
En una maniobra imprudente, o porque se quedó dormido -según la sospecha de la Justicia-, Dolce se cruzó tres carriles de la vía más rápida a la más lenta, perdió el control y se fue contra el guardarrail de la banquina donde chocó y aplastó a un Volkswagen Gol con tres obreros que esperaban la llegada de un compañero para ir a trabajar.
El test de la pipeta al que fue sometido el día del accidente reveló que Dolce conducía con 1,14 gramos de alcohol en sangre, más del doble del máximo permitido, que es 0,5.