La condena a Cristina Kirchner ha provocado un cambio radical en la estrategia política de Fernanda Raverta, quien ha abandonado su perfil moderado para adoptar una postura más combativa y confrontacional. Las ganas de volver a ocupar un cargo político por 4 años para, por lo menos, alternar con su pareja, Pablo Obeid, que temina mandato como senador bonaerense en diciembre. Este giro se ha manifestado en una serie de acciones de protesta y agitación callejera protagonizadas por La Cámpora y otras organizaciones kirchneristas en Mar del Plata.

Desde la vandalización de edificios públicos hasta cortes de ruta y manifestaciones, la ciudad ha sido escenario de un recrudecimiento de la tensión política. La propia Raverta ha respondido duramente a las críticas del intendente Guillermo Montenegro, evidenciando una confrontación sin tapujos.

Este cambio de actitud de Raverta coincide con un giro similar por parte de Montenegro, quien también ha abandonado su moderación inicial para acercarse al estilo de Javier Milei. Esta polarización creciente promete marcar el rumbo de la próxima contienda electoral, donde la figura de Cristina Kirchner seguirá siendo central, aunque desde un nuevo rol.

Mientras tanto, Montenegro se encuentra en plena negociación con La Libertad Avanza, buscando garantizarse un lugar de privilegio en el reparto de cargos y lugares en las listas. Sin embargo, esta alianza podría generar tensiones con otros sectores, como el radicalismo, que también evalúa un acercamiento a los libertarios.

En este contexto de incertidumbre y polarización, el futuro político de Mar del Plata se presenta más incierto que nunca, con Raverta y Montenegro como protagonistas de una confrontación que promete escalar en los próximos meses.