Una licitación millonaria para la provisión de pañales del PAMI, la obra social de jubilados y pensionados, ha desatado una fuerte polémica. El gobierno enfrenta acusaciones de «cartelización» luego de que una sola empresa ofertara en el concurso público, valuado en $466.554 millones. Las competidoras del sector denuncian un proceso licitatorio «exprés» con requisitos que dificultaron la presentación de propuestas en tiempo y forma.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, defendió el nuevo sistema de entrega de pañales, que comenzará a regir a partir del 1 de junio. Según el gobierno, este sistema generará un ahorro de $5.000 millones anuales al subsidiar directamente la demanda y entregar los pañales en el domicilio de los afiliados, evitando así la reventa de los productos.
Desde el PAMI justifican los cambios en los requisitos de los pañales, argumentando que los anteriores eran «anticuados» y que los nuevos cumplen con las normativas de la ANMAT, ofreciendo mejor calidad y absorción. Además, desde la Casa Rosada apuntan a una «cartelización» del sector farmacéutico, con el que han tenido roces por la implementación de cambios en la compra de medicamentos y vacunas.
La única empresa que ofertó en el concurso fue Urbano Express, cuyo socio fundador y accionista mayoritario es Walter Roman, vinculado al holding especializado en logística y transporte. El Grupo Clarín figura como segundo accionista con el 30% de las acciones. Las empresas Lenterdit, Italpañal e Hisan, que también se habían inscripto, no presentaron ofertas.
El gobierno niega las acusaciones de licitación «exprés» y asegura que hubo tiempo suficiente para que las empresas presentaran sus propuestas. Tanto Adorni como el ministro de Salud, Mario Lugones, defendieron la transparencia del proceso y destacaron que el nuevo sistema beneficiará a los afiliados del PAMI, quienes recibirán pañales de mejor calidad directamente en sus domicilios.