La reciente sesión en la Cámara de Diputados de Argentina, destinada a debatir el proyecto de ley de «Ficha Limpia», fracasó debido a la falta de quórum, lo que generó un clima de tensión y descontento entre los legisladores. Esta iniciativa, que busca impedir que personas condenadas por corrupción puedan postularse a cargos electivos, ha sido impulsada principalmente por el PRO. Sin embargo, la ausencia de diputados de todos los bloques, incluidos algunos del propio PRO, impidió que se alcanzara el número necesario para llevar a cabo la votación.

La diputada Silvia Lospennato, autora del proyecto, expresó su frustración al señalar que «los corruptos, los terroristas y los delincuentes están festejando hoy» tras el fracaso de la sesión. La situación se complicó aún más cuando Germán Martínez, jefe de la bancada peronista, lanzó un ultimátum a Martín Menem, sugiriendo que si se votaba a favor de la «Ficha Limpia», Miguel Pichetto podría convertirse en el próximo presidente de la Cámara. Esta advertencia se interpretó como una presión para que Menem no facilitara el quórum necesario para el debate.

A pesar de que el proyecto ha sido objeto de controversia, algunos juristas han argumentado que una ley no puede aplicarse retroactivamente, lo que podría proteger a figuras como Cristina Kirchner de las implicaciones de esta normativa. La falta de consenso y las disputas internas entre los bloques han llevado a que la discusión sobre la «Ficha Limpia» pierda impulso, lo que ha dejado a muchos legisladores preocupados por el futuro de la iniciativa.

Además de la «Ficha Limpia», otros proyectos importantes, como el de Reiterancia y el Voto por Carta en el Exterior, también quedaron fuera de la agenda debido a la falta de quórum. La situación refleja un clima de inestabilidad en la Cámara, donde las alianzas y las estrategias políticas están en constante cambio.