En una reunión cerrada con los diputados del PRO, el expresidente Mauricio Macri no se guardó nada y cargó con dureza contra el actual gobierno encabezado por Javier Milei. Según los presentes, Macri calificó la gestión de Milei como «un quilombo» y expresó su frustración por la falta de canales de diálogo y negociación con el Poder Ejecutivo.
En la reunión, Macri habría elogiado el desempeño de Luis «Toto» Caputo, uno de los principales asesores económicos del gobierno, pero advirtió que «con la moneda no alcanza si no hay institucionalidad». Esta declaración habría sido una crítica velada a la estrategia económica del gobierno, que según Macri, no puede sostenerse sin un marco institucional sólido.
Asimismo, el exmandatario habría expresado su molestia por las acusaciones de que sus reclamos esconden intereses personales o un intento de conseguir cargos para sus allegados. «Nos acusan de querer cargos a cambio de apoyos, pero eso no es así», habría manifestado Macri.
Por último, Macri habría cuestionado la «delegación del gobierno en (Santiago) Caputo», uno de los principales hombres de confianza de Milei. Esta mención habría generado incomodidad entre los diputados macristas presentes, ya que Caputo había sido recientemente homenajeado en la casa del diputado Cristian Ritondo.
En resumen, la reunión de Macri con los diputados del PRO estuvo marcada por fuertes críticas al gobierno de Milei, a quien el expresidente calificó como «un quilombo». Macri parece haber optado por una posición confrontativa, alejándose de cualquier intento de colaboración con el actual mandatario.