Elisa Carrió ha generado controversia con sus recientes declaraciones sobre la presencia de diputadas en el Congreso, refiriéndose a ellas como «gatos» y sugiriendo que su nivel de preparación es cuestionable. Durante un encuentro en línea, la líder de la Coalición Cívica expresó su preocupación al afirmar que «nos invadieron los gatos», haciendo alusión a diputadas de La Libertad Avanza que, según ella, no cumplen con los estándares necesarios para ocupar sus bancas.

Carrió, que se prepara para su candidatura al Senado, lamentó que lo que antes eran «gatos» como acompañantes o asesoras, ahora estén ocupando puestos en el Legislativo. Su discurso ha sido interpretado como un ataque hacia las nuevas figuras del congreso, a las que critica por su falta de experiencia y preparación. Esta retórica ha sido recibida con diversas reacciones, desde el apoyo de algunos sectores hasta el rechazo por sus comentarios despectivos.

La comparación zoológica utilizada por Carrió también ha resonado en el contexto de la crítica que el presidente Javier Milei ha dirigido hacia los legisladores, a quienes ha calificado de «ratas». Esto ha conducido a un clima de tensión en el partido y ha puesto de manifiesto las divisiones internas sobre cómo abordar las nuevas dinámicas políticas en el Congreso.

El impacto de sus palabras podría tener repercusiones en su imagen y en cómo se perciben las diputadas en el ámbito político argentino. A medida que la UCR y otros bloques intentan definir sus estrategias frente al fenómeno libertario, las críticas de Carrió podrían complicar aún más la cohesión dentro de su partido.