Manuel Adorni y Fernando Cerimedo, piezas clave del esquema comunicacional libertario, introdujeron un agente encubierto español en la sala de prensa de la Casa Rosada.
Se trata de Javier Negre, empresario mediático vinculado al partido ultraderechista Vox y abierto defensor del presidente Javier Milei. Desde su arribo, Negre irrumpió en las conferencias de Adorni para cuestionar a los periodistas y respaldar al Gobierno con férrea lealtad.
«¿No cree que hay una doble vara en los medios?», interpeló el martes último a los colegas congregados, al reprocharles su mutismo sobre los chats que comprometen a la ex primera dama Fabiola Yáñez en una denuncia contra Alberto Fernández por violencia de género.
Sus intervenciones provocaron agrios cruces con los reporteros, que lo tildaron de «chivato». En respuesta, Negre filmó a quien lo comparó con el genocida Jorge Rafael Videla, en un incidente que presagia nuevos roces.
Pero la presencia de Negre no será efímera. El diario Clarín reveló que el empresario español adquirió el 50% de La Derecha Diario, el sitio afín operado por Cerimedo, el estratega digital oficial que conduce una «granja de trolls» militantes.
Con este golpe de timón, la estrategia de Adorni se alinea al modus operandi del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, quien puebla sus «mañaneras» con personajes afectos que celebran su gestión a coro.
Sea liquidando voces disonantes o introduciendo panegiristas foráneos, el oficialismo consolida su apuesta por erosionar la independencia del periodismo y elevar su propio relato a verdad suprema e incuestionable.