El gobierno de Javier Milei comenzó a poner freno a los anunciados retiros voluntarios para la totalidad del personal de la TV Pública. La flamante conducción habría caído en cuenta del altísimo costo que implicaría licenciar a gran parte de la planta de trabajadores.

Según trascendidos, luego de abrir la posibilidad de retiros con una «gratificación» del 20%, en las oficinas de Radio y Televisión Argentina (RTA) entraron en pánico al dimensionar el impacto económico. Fuentes consultadas aseguran que los directivos, algunos provenientes del albertismo, temieron la reacción oficial por el desembolso millonario.

«No parece haber un plan. Se apuraron y ahora tuvieron que recalcular», reveló un exfuncionario de la emisora. Ante la sorpresiva marcha atrás, las autoridades ahora limitan los retiros sólo a empleados con menos de 15 años de antigüedad. Incluso, iniciaron la búsqueda de un «contador capacitado en liquidaciones laborales y retiros voluntarios».

La nueva gestión, que había anticipado el cierre de la TV Pública, encendió las alarmas cuando contrató figuras de renombre como Luli Fernández, Denise Dumas y Martiniano Molina, en una propuesta diseñada por el CEO de la Bolstered Len Cole. Sin embargo, los ratings no acompañan todavía al flamante ciclo.

«Tienen que dejar de nombrar gente y esperar que las cosas decanten solas. Hay muchos que están tramitando su jubilación», agregó la fuente consultada. Con las reservas en baja y frente a la posibilidad de un costo insostenible, los libertarios parecen haber recalculado su hoja de ruta en la televisión pública.