Un poderoso frente de dirigentes provinciales se está gestando para presionar a Javier Milei a que cancele la millonaria deuda que la Nación mantiene con las cajas jubilatorias provinciales. Martín Llaryora de Córdoba, Maximiliano Pullaro de Santa Fe y Rogelio Frigerio de Entre Ríos lideran esta ofensiva conjunta, decididos a no ceder ante el presidente libertario.
La chispa que encendió la mecha fue la reciente decisión de Milei de pagar a la Ciudad de Buenos Aires el fallo por la coparticipación federal, cediendo ante los reclamos de los Macri. Esto despertó la indignación de los mandatarios provinciales, que exigen un trato similar para saldar las abultadas deudas previsionales.
Córdoba se encuentra entre las provincias más perjudicadas, con un déficit mensual de 13.000 millones de pesos en su caja de jubilaciones que la Nación no cubre. La deuda total asciende a escalofriantes 350.000 millones desde la asunción de Milei. Llaryora, sin embargo, prefiere pausar los reclamos judiciales a la espera de un gesto conciliador del gobierno nacional.
Por su parte, Pullaro ha contratado un estudio jurídico para evaluar posibles acciones legales, aunque comparte la estrategia política coordinada con Córdoba y Entre Ríos. De no haber cambios, el gobernador santafesino advierte que los jubilados provinciales pasarían a la órbita de la ANSES en agosto, cuando presentará una reforma previsional.
El entrerriano Frigerio lidera este reclamo con vehemencia, mientras que otras 10 provincias que no traspasaron sus cajas podrían sumarse al planteo. Los gobernadores buscan repetir el éxito de la Ciudad y lograr que Milei atienda sus demandas, en una puja que promete ser intensa y prolongada.