El concejal del PRO marplatense Julian Bussetti cobra el salario habitual por su cargo, el cual supera el millón de pesos, pero además, gasta 3 millones mensuales en asesores. A pesar de contar con tamaña estructura y disponibilidad económica, el edil enfrenta días de incomodidad al saberse que su proyecto de “Fiesta de la Medialuna” es una idea que pertenece a un grupo de vecinos y gremios que se sumaron al proyecto y piensan realizarla en los próximos meses.

Según la denuncia, Bussetti se habría apropiado indebidamente la idea y marca registrada por un grupo de vecinos que habían presentado el proyecto en el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI) en el año 2022. El conflicto ha generado acusaciones entre los concejales oficialistas y los representantes del sector pastelero y panadero, quienes afirman tener los registros de la marca desde hace dos años.

“A mí me votó el pueblo”

Lo que más elevó la temperatura en las discusiones fue la postura soberbia y de indiferencia del concejal con los organizadores y creadores de la propuesta. “No me importa el apoyo de los gremios al proyecto, a mí me votó el pueblo” exclamó en los medios locales el concejal Bussetti. Con esa frase pretendió aplastar los derechos y las ideas de otros vecinos que simplemente le pidieron unificar propuestas para no ir a un conflicto y que la fiesta se lleve adelante de la mejor manera.

Julian Bussetti cobró cierta notoriedad subiendo fotos de baches a facebook. A raíz de esa notoriedad pasó a formar parte de la lista de concejales del PRO y hoy, además de su millonario salario, cuenta con $3.000.000 mensuales para gastar en asesores (dato suministrado por fuente del HCD local). El concejal intenta plagiar la “Fiesta de la Medialuna” cuando le cuesta a los vecinos más de $ 52.000.000 al año entre salario y “asesores”.

Durante el debate en el Concejo Deliberante, las acusaciones y confrontaciones entre los concejales y los representantes del sector pastelero y panadero alcanzaron niveles máximos. A pesar de las objeciones planteadas, el proyecto presentado por el concejal oficialista fue aprobado en la Comisión de Educación y Cultura, generando un intenso debate sobre la originalidad y legitimidad de la propuesta. El Sindicato de Pasteleros y Panaderos, junto con los directivos del proyecto original, denunciaron la apropiación indebida de la idea y expresaron su decepción por la falta de diálogo por parte del concejal Bussetti.

Un “socio” radical

El conflicto se agudizó cuando el concejal radical Daniel Núñez cuestionó la noción de propiedad sobre eventos festivos, resaltando el derecho del municipio a organizar celebraciones emblemáticas.
Lo cierto es que la medialuna es una factura (obvio verdad), no es un emblema de la ciudad, como sí lo es el lobo marino, por ejemplo. La fiesta de la medialuna no se había propuesto ni analizado antes del 2022, cuando sus ideólogos decidieron unirse a distintos sectores privados para registrarla y comenzar a proyectarla.

A pesar de las recomendaciones de buscar una solución de consenso y en la cara de los vecinos ideólogos legítimos de la propuesta, el interbloque de Juntos por el Cambio decidió aprobar el expediente del concejal Bussetti, el cual será tratado ahora por la Comisión de Industria. Se planea elevar solicitudes de informes al Instituto Nacional de la Propiedad Industrial y a diferentes áreas municipales para evaluar la viabilidad y los derechos asociados con la realización del evento gastronómico.