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Día del Niño: ¿Priorizar el lenguaje o abordar los desafíos reales que enfrentan los chicos en Argentina?

En NoticiasMDQ nos referimos al Día del Niño, no usamos el término niñeces u otro. En esta nota te contamos porqué.

19 de agosto de 2023. En medio de los preparativos para celebrar el Día del Niño, una fecha que busca homenajear y reconocer a los más pequeños de nuestra sociedad, surge un debate en torno a la denominación y al enfoque que se le otorga a esta conmemoración. Mientras algunos defienden el uso del lenguaje inclusivo como una bandera de igualdad, desde nuestro medio preferimos enfocarnos en los temas cruciales que afectan a la infancia en Argentina, como la pobreza y el abandono.

Es innegable que vivimos en un país con serias dificultades, donde muchos niños enfrentan situaciones de vulnerabilidad extrema. La pobreza y el abandono son realidades que no podemos obviar, y es en estas problemáticas donde debemos poner nuestro enfoque y esfuerzos como sociedad.

Si bien entendemos la importancia de promover un lenguaje inclusivo que refleje la diversidad y la igualdad de género, creemos que es fundamental no perder de vista los desafíos reales que enfrentan los niños en nuestro país. ¿De qué sirve cambiar una palabra si no estamos abordando las condiciones de vida de miles de infancias afectadas por la pobreza y el abandono?

Dos de cada tres niños en Argentina viven mal: una realidad desgarradora de pobreza y privación

En un impactante informe presentado en 2023 por UNICEF Argentina, se revela que dos de cada tres niños en el país sudamericano viven sumidos en la pobreza o están privados de derechos básicos. Esta desgarradora realidad afecta a aproximadamente 8,8 millones de niñas y niños, quienes se enfrentan a una lucha diaria por sobrevivir.

La pobreza infantil en Argentina no se limita solo a la falta de ingresos, sino que también se extiende a la negación de derechos fundamentales, como el acceso a la educación, la protección social, una vivienda adecuada, el agua potable y la seguridad. Estas privaciones múltiples sumergen a los pequeños en una desesperante situación, donde sus sueños y esperanzas se ven truncados desde una edad temprana.

Es aún más alarmante que esta situación crítica se mantenga durante más de seis años, sin señales de mejoría. La pobreza en Argentina se ha arraigado profundamente en la sociedad, afectando el presente y el futuro de toda una generación. La magnitud y persistencia de este problema exigen una acción urgente y un compromiso colectivo para brindar a estos niños una vida digna y llena de oportunidades.

El informe resalta la importancia crucial de proteger las partidas presupuestarias destinadas a la infancia y la adolescencia. Es imperativo que las políticas públicas prioricen la implementación de programas de protección de ingresos que han demostrado ser eficaces en la lucha contra la pobreza extrema. Sin embargo, una mirada más profunda revela que incluso la creación de empleo no garantiza una salida automática de la pobreza, ya que el 76% de los niños pobres viven en hogares donde los adultos tienen trabajos informales o precarios.

La pobreza infantil no es solo una cuestión de escasez de ingresos, es una negación de derechos básicos y una realidad que deja cicatrices imborrables en la vida de estos pequeños. A 40 años del regreso de la democracia en Argentina, es esencial que la sociedad en su conjunto se una en un consenso para reducir progresivamente esta alarmante cifra y brindar a cada niño la oportunidad de un futuro esperanzador.

Es válido reflexionar sobre la manera en que nos referimos a los niños y niñas, pero no podemos permitir que esta discusión nos desvíe del verdadero problema. La realidad es que muchos niños en Argentina carecen de acceso a una educación de calidad, a una alimentación adecuada y a condiciones de vida dignas. Estas son las cuestiones que merecen nuestra atención prioritaria.

Más allá de la denominación que elijamos para esta celebración, debemos recordar que el Día del Niño es una oportunidad para reflexionar sobre el bienestar y los derechos de los más pequeños. Es un momento para preguntarnos qué estamos haciendo como sociedad para garantizarles un futuro mejor.

En lugar de enfocarnos únicamente en el lenguaje, es fundamental que pongamos en marcha políticas y acciones concretas para enfrentar los problemas que afectan a la infancia en nuestro país. Necesitamos invertir en educación, en programas sociales que combatan la pobreza y el abandono, en políticas de protección y promoción de los derechos de los niños.

En este Día del Niño, deseamos lo mejor a todos los niños del presente y del futuro. Pero, más allá de los buenos deseos, es necesario que como sociedad nos comprometamos a trabajar en conjunto para construir un país donde la infancia sea una prioridad real, donde se garantice su bienestar y se les brinde las oportunidades que merecen.

Entonces, ¿dónde debemos poner el foco? La respuesta está clara: en abordar de manera efectiva las problemáticas que afectan a los niños argentinos. La lucha contra la pobreza, el abandono y la desigualdad debe ser nuestra verdadera bandera. Solo así podremos construir un futuro más justo y prometedor para las generaciones venideras.

Es hora de actuar. No podemos permitir que dos de cada tres niños en Argentina sigan sufriendo esta realidad desgarradora. Es responsabilidad de todos garantizar que cada niño tenga acceso a una educación de calidad, atención médica adecuada y un entorno seguro. Solo a través de un compromiso colectivo y un enfoque integral podemos cambiar la historia y ofrecer un futuro mejor para la infancia argentina.

NMDQ – Marcelo Pérez Peláez