Varios cercanos a la ex ministro de Seguridad se desayunaron recientemente de que llevarán a la cámara de diputados bonaerense a un militante kirchnerista.
Diego Garciarena, además de amigo personal de Abad, es un admirador de Cristina Kirchner. Trabajó duramente para la instauración de la ley de medios del kirchnerismo, fue concejal del Frente para la Victoria, mano derecha de Gabriel Mariotto y pre candidato a intendente con Cristina Kirchner como candidata a Presidenta.
Durante el cierre de listas, cuando los mensajes y llamadas confirmaban que era verdad, que Garciarena encabezaría la lista de Bullrich a pedido de Abad, seis intendentes radicales que apoyaban a Abad pegaron el portazo y dieron el salto al sector de Santilli y Posse.
Garciarena, como cualquier ciudadano, tiene todo el derecho a pensar libremente, admirar a quien quiera y el derecho a ser candidato a todo cargo que la constitución le permita. Incluso a ser candidato por el partido que representa lo contrario a sus convicciones.
Maximiliano Abad, presidente del radicalismo bonaerense, puso a un ultra k encabezando la lista de Patricia Bullrich. Lo habría hecho porque es su amigo, pero para ello dejó afuera a cientos de dirigentes del radicalismo que militan en Juntos por el Cambio. Obviamente, además de cientos de radicales que hubieran merecido el lugar hay otros cientos del PRO, la CC y hasta del peronismo anti k que milita en Juntos por el Cambio.
Muchos dirigentes radicales no están cómodos apoyando a una derecha reaccionaria como la que representa Bullrich. Pero lo que más bronca genera internamente es que una persona fuertemente identificada con Cristina Kirchner y el kirchnerismo en general haya sido colocada a dedo por el presidente de su partido cuando creen que debería representar los méritos de sus afiliados radicales.
En los últimos días, varios referentes del PRO de la provincia de Buenos Aires se enteraron del dato, el cual desconocían completamente. “Es la peor que nos comimos, nos estafó a todos y se burló de Patricia” afirman desde el núcleo cercano a Bullrich.
Ahora el dilema es si bajan al candidato K de la lista de Bullrich o hacen oídos sordos para no reconocer que no conocen a sus candidatos, al punto de llevar a un Cristinista como cabeza de lista.
Garciarena: “Me siento orgulloso de formar parte de este Proyecto Nacional, que hoy encabeza la Presidenta Cristina Fernández«