La decisión de la comuna se basa en la desatención médica a trabajadores municipales, en la demora en la entrega de medicamentos y prótesis como así también en la autorización de tratamientos y estudios.
Otro de los motivos es la reducida cartilla de prestadores médicos, clínicas, institutos de diagnósticos por imágenes y laboratorios. Todo esto sumado a la escasez de especialistas y a la dificultad en la obtención de turnos.
El intendente de San Isidro, Gustavo Posse, decidió crear una comisión de estudio para evaluar las prestaciones del Instituto Obra Médico Asistencia (IOMA) debido a las quejas de los afiliados en la atención del servicio.
Según se informó, la comisión integrada por funcionarios de las áreas de Salud, Recursos Humanos, Legal y Técnica, representantes del Sindicato de Trabajadores Municipales y tres concejales, definirá si el municipio rompe con la obra social bonaerense.
Ya se estaría trabajando en un hipotético llamado a licitación para que los trabajadores cuenten con un servicio que les de tranquilidad cuanto antes en caso de que la comisión determine que los servicios son insuficientes o deficientes.