Desde la provincia ven con cierta incredulidad que en General Pueyrredon, cuya cabecera es Mar del Plata, la presidencia del HCD está en poder de un opositor. El Presidente del cuerpo ingresó con la Agrupación Atlántica pero luego de distanciarse del intendente decidió irse del espacio político y hoy construye un espacio «nacionalista» que se fusionaría con el Peronismo Federal. A pesar de su presente opositor, Sanz Saralegui cuenta con el apoyo del radicalismo, que es parte de Cambiemos.
Ya lo insólito es que casi todos los sectores aliados al PRO y que forman Cambiemos, actúan como opositores. El radicalismo es, en las palabras, parte de Cambiemos, pero en la práctica, opositora. La Coalición Cívica es parte de Cambiemos, pero la mitad de las veces es opositora. El Presidente del Concejo Deliberante, Sanz Saralegui, quien era amigo personal del intendente Arroyo, hoy apoya la candidatura a intendente de la radical Vilma Baragiola y al Senador Justicialista Miguel Angel Pichetto para la Presidencia de la Nación. Es presidente del cuerpo legislativo siendo expresamente opositor pero cuenta con el apoyo del radicalismo local para continuar con su cargo, virtualmente “tomado”, ya que va contra toda ética que quede aún en la política que no de un paso al costado y los miembros de la fuerza gobernante elijan a alguien de su mismo espacio.
Básicamente, todos los sectores políticos de la ciudad se desean lo peor, pero si es contra el gobierno municipal, pueden unirse para empeorarle las cosas.
La Unión Cívica Radical, que gobernara en varias oportunidades la ciudad y busca desesperadamente volver a la intendencia, mantiene una posición virulenta con el Intendente. En definitiva, los radicales apoyan a un concejal que trabaja en el armado de un partido provincial “Nacionalista” y abocado a formar parte del Peronismo Federal.
Detrás del esfuerzo por mantener a Sanz Saralegui al frente del cuerpo estaría Vilma Baragiola, quien ve en al actual presidente del concejo como una herramienta sumamente útil en el trabajo de desgaste que el radicalismo viene desarrollando sobre la figura del veterano intendente. Por su parte, Saralegui, quizá devolviendo la gentileza de la radical, ya hizo público que apoyaría a Baragiola porque “mide bien”.
En un momento en que todos los espacios se concentran casi exclusivamente en la campaña electoral, la ciudad necesita cuanto menos, que el cuerpo deliberativo funcione normalmente. Donde los temas se puedan discutir y en base a los análisis, creencias políticas, necesidades de los vecinos y de los consensos, se logren sacar adelante medidas que colaboren con el funcionamiento de la ciudad y el bienestar de sus habitantes. Parece que desde el radicalismo no opinan lo mismo.