El Tribunal Supremo, controlado por el oficialismo, asumió las funciones del Congreso. Llamó a las Fuerzas Armadas a pronunciarse.

La Asamblea Nacional de Venezuela (AN), controlada por la oposición, acusó al presidente Nicolás Maduro de haber dado un «golpe de Estado», luego de que el Tribunal Supremo -bajo control del chavismo- decidiera asumir las funciones del Parlamento.

«Es un golpe de Estado, y quiero que el mundo nos ayude y los medios nos ayuden a decirlo con todas sus letras: en Venezuela Nicolás Maduro dio un golpe de Estado», afirmó el presidente de la AN, Julio Borges, en una rueda de prensa desde el Palacio Legislativo.

Además anunció que «frente a ese golpe de Estado», la Cámara desconoce al máximo tribunal del país debido a que sus magistrados fueron elegidos «para gobernar fuera de la Constitución».

«A esta Sala Constitucional que está fuera de la Constitución, el día de hoy los 112 diputados de la unidad nacional quieren dejar claro que el Parlamento se rebela y desconoce esta sentencia de la Sala Constitucional», sostuvo.

El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela decidió anoche asumir las competencias del Parlamento argumentando que había un «desacato» en el Congreso, un estatus que el Poder Judicial impuso a la Cámara por el incumplimiento de varias sentencias.

Borges, mientras rompía en pedazos la sentencia del Supremo, calificó de «basura» este documento, y dijo que estas no son decisiones contra la Asamblea sino «contra el pueblo venezolano».

«Estos señores de la Sala Constitucional tienen los riñones de creer que en estos momentos van a pasar por encima del pueblo venezolano», expresó.

El diputado destacó que las diferencias de esta sentencia con otras que haya dictado el Supremo anteriormente es que se le otorga, según él, «todo el poder» al jefe de Estado para «hacer las leyes que le dé la gana».

«Para dar los contratos que le dé la gana, para endeudar al país como les dé la gana y para perseguir a los venezolanos como les dé la gana. Es un golpe de Estado con todas sus letras, es una dictadura», aseguró.