La comunidad «Epu Lafken» impulsa la recuperación del lugar, ubicado en un terreno privado a 8 kilómetros de esa localidad bonaerense. Quienen sepultar al ideólogo de la bandera mapuche con un ritual funerario denominado «eluwün», que hace mas de 130 años no se realiza en Argentina. El municipio de General Viamonte aduce no contar con herramientas legales para hacerlo.
«Epu Lafken» (dos ojos de agua) de Los Toldos quiere enterrar en el predio ubicado en un área lindera a la laguna La Azotea, llamado en idioma mapuche «Geh Lafken» (Ojo de Agua), a seis kilómetros del casco urbano, como lo hicieron antiguamente hasta 1901, a sus muertos, siendo el primero Carlos Enrique Leuman Melipil, un intelectual mapuche fallecido en enero a los 58 años.
Conocido como «Miguel», Leuman Melipil fue el ideólogo de la bandera política mapuche denominada «Wenufoye» (Canelo del cielo) y nieto de una «machi» (autoridad espiritual mayor).
Miguel «inició su viaje final de este mundo el 16 de enero, lo que motivó a las organizaciones indígenas y a la comunidad, a la cual perteneció, a iniciar un proceso de recuperación del histórico cementerio mapuche para darle sepultura tal como corresponde a una persona de su jerarquía», dijo a Télam Reñken Kuruwenxu Painen, autoridad espiritual de la comunidad, cuya lengua materna es el mapuzdungún, el idioma mapuche.
La creencia mapuche sostiene que en el viaje final al «Wenu Mapu» (la tierra de arriba) cada persona tiene que llevar aquello que le gustaba, sus comidas, su vestimenta, sus instrumentos musicales y al despedirse la gente brinda con ellos para recordarlos con alegría, sin llanto, ni tristeza, sino dándole fuerza para que realice su verdadera transformación hacia otro ciclo de la vida en el territorio de arriba.
«Miguel pidió antes de morir ser enterrado en el cementerio mapuche en Los Toldos para honrar a sus ancestros luego de tanta transgresión al espacio, pero sus deseos no se cumplieron dado que el municipio de General Viamonte negó esta posibilidad, argumentando que no contaba con las herramientas legales para hacerlo», señaló Reñken Kuruwenxu.
Según la ley argentina los muertos pueden ser sepultados en un cementerio privado o en uno de gestión estatal, sin que contemple la posibilidad de los cementerios indígenas o administrados de manera comunitaria.
El terreno en el que los mapuches buscan reactivar el cementerio está ubicado en un predio típico de la llanura pampeana, con pastizales y montes implantados de eucaliptus, rodeado por una demarcación perimetral de 1.830 metros levantada por vecinos de los campos linderos durante los años 80 que perdura hasta hoy, y si bien no tiene tumbas a la vista existe un monolito que reza que ahí existió un cementerio mapuche.
Sobre la margen noreste, se erigen dos tótem de madera, llamados «Che Mamüll» que «son la representación de los hombres y mujeres de madera que custodian y honran a los ancestros, expresando la complementariedad de género, así como la noche y el día, la luna y el sol», explicó el vocero mapuche.
El 20 y 21 de enero se realizó el funeral tradicional mapuche del cuerpo de Miguel Leuman en las afueras de Los Toldos, que fue la frontera mapuche más cercana a la ciudad de Buenos Aires y donde en la actualidad se encuentra el asentamiento mapuche más grande donde viven unos 4.500 indígenas, según el último Censo del Indec realizado en 2010.