El Partido Justicialista (PJ) de la provincia de Buenos Aires se prepara para un congreso partidario marcado por tensiones internas y una unidad que muchos describen como «por conveniencia». El encuentro, que se celebrará en Merlo, tiene como objetivo principal autorizar la conformación de frentes electorales con otros espacios de cara a las elecciones del 7 de septiembre.
A pesar del preacuerdo para llegar a un esquema de listas en conjunto, las expectativas de una unidad duradera son bajas. Un intendente del MDF reconoció que el acuerdo es difícil y que, de concretarse, sería únicamente para evitar una victoria abrumadora de Milei. Incluso, deslizó que La Cámpora podría no tener un rol activo en la elección desdoblada.
La elección de la sede del congreso también generó controversia. Tradicionalmente, el congreso se realiza en el distrito del presidente del partido, que actualmente es el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza. Sin embargo, en esta ocasión, la decisión de realizarlo en Merlo fue tomada, según trascendió, sin consultar a Espinoza y otros referentes del partido.
En este contexto de divisiones internas, algunos sectores del peronismo ya están trabajando en alternativas. El Movimiento Derecho al Futuro, por ejemplo, plantea que el sector de Kicillof debe tener un plan B y C en caso de que no se logre un acuerdo interno. Por su parte, el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, instó a los intendentes a armar listas en sus municipios, previendo un escenario de competencia electoral fragmentada. El 9 de julio, fecha límite para la presentación de alianzas, será clave para definir el panorama electoral del peronismo en la provincia de Buenos Aires.