La reciente política salarial del Gobierno argentino ha generado una profunda división en el sindicalismo, con diferentes gremios adoptando posturas opuestas respecto a los acuerdos paritarios propuestos. Mientras algunos sindicatos, como el de Camioneros y el de encargados de edificios, han llegado a acuerdos que se alinean con las pautas oficiales, otros enfrentan dificultades significativas para homologar sus negociaciones.
La Secretaría de Trabajo ha mostrado una tendencia a validar rápidamente los acuerdos que se ajustan al límite del 1% mensual establecido por el Ministerio de Economía. Sin embargo, se resiste a convalidar aquellos que superan este umbral, lo que ha llevado a que varios sindicatos, a pesar de haber cerrado sus paritarias, no logren la homologación necesaria. Por ejemplo, la Federación de Trabajadores de la Sanidad (FATSA) firmó un aumento del 11,4% que aún no ha sido homologado, lo que ha generado tensiones con el Gobierno.
Hugo Moyano, líder del Sindicato de Camioneros, logró un acuerdo que, aunque inferior a sus demandas iniciales, fue considerado un gesto de buena voluntad hacia la administración actual. Moyano aceptó un aumento del 5,5% en tres tramos, lo que refleja una disposición a colaborar con las políticas salariales del Gobierno. Por su parte, la Federación de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal también alcanzó un acuerdo que se alinea con las pautas gubernamentales.
Sin embargo, otros sindicatos, como la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), se encuentran en una situación más complicada. Su líder, Abel Furlán, ha criticado la intervención del Gobierno en las negociaciones, señalando que esto impide la libre discusión salarial y contribuye a un proceso de desindustrialización en el país. La UOM está en medio de negociaciones que han sido frenadas por la negativa del Gobierno a aceptar aumentos que superen el 1%.
Esta situación refleja un panorama complejo en el que los sindicatos deben navegar entre sus demandas y las restricciones impuestas por el Gobierno, lo que podría tener repercusiones significativas en el futuro del movimiento sindical en Argentina.