La oposición en Argentina ha expresado su preocupación ante lo que consideran un intento del presidente Javier Milei de gobernar sin el Congreso, utilizando una estrategia que incluye el uso frecuente de decretos de necesidad y urgencia (DNU). En respuesta a esta situación, los diputados de Encuentro Federal y Unión por la Patria están negociando reformas a la ley que regula estos decretos, buscando facilitar su rechazo y evitar que el Poder Ejecutivo asuma funciones legislativas que no le corresponden. La dinámica en el Congreso se ha vuelto complicada, con un patrón de veto y DNU que se repite, lo que ha llevado a la oposición a actuar para proteger sus derechos legislativos.
Milei ya ha firmado una cantidad significativa de DNU desde que asumió la presidencia, algunos de los cuales han generado gran controversia, como el DNU 70, que desregula la economía y deroga la Ley de Alquileres. La reciente confirmación del veto a la ley de financiamiento universitario ha sido un catalizador para que la oposición avance en la modificación de la Ley 26.122, que regula el uso de los DNU. La intención es establecer mecanismos que permitan al Congreso tener un mayor control sobre estos decretos, que en teoría solo deberían ser utilizados en circunstancias excepcionales.
Los legisladores están trabajando en cerca de 20 proyectos que buscan modificar la ley actual, y la reciente flexibilización de la postura del peronismo ha sido clave para avanzar en estas negociaciones. Los miembros de la oposición advierten que Milei tiene la intención de seguir utilizando su prerrogativa de decreto, lo que justifica su esfuerzo por reformar la ley para que el Congreso pueda rechazar DNU más fácilmente. Entre las propuestas, se contempla establecer un límite de 60 días para que el Congreso trate un DNU, tras el cual, si no es aprobado, el decreto perdería validez.
Sin embargo, alcanzar un consenso entre diferentes fuerzas políticas será un desafío. La oposición busca que las reformas sean más estrictas en cuanto a los plazos y las condiciones bajo las cuales se pueden emitir decretos, reflejando una clara intención de restablecer el equilibrio de poderes en el país. La situación actual pone de relieve las tensiones entre el Ejecutivo y el Legislativo, y el futuro de la gobernabilidad de Milei dependerá de su capacidad para negociar con un Congreso que se siente cada vez más amenazado por su estilo de liderazgo.