A tres décadas del atroz ataque terrorista contra la Asociación Mutual Israelita Argentina que cobró 85 vidas, el régimen iraní volvió a negar su participación y profirió duras amenazas contra el gobierno de Javier Milei por su respaldo a Israel.
En un artículo del influyente Tehran Times, vocero oficialista de la revolución islámica, se acusa a la administración Milei de actuar como «títere» de Israel al reiterar las acusaciones por el involucramiento iraní en los atentados contra la AMIA y la embajada israelí en 1992. «El gobierno de Milei pone en peligro los intereses nacionales de Argentina», advierte la publicación.
El duro editorial asegura que Teherán «no olvidará la política antiiraní» de Buenos Aires y amenaza con «hacerle lamentar su enemistad» con acciones en el «momento y posición adecuados». «Irán impondrá su propio juego al enemigo», subraya de manera intimidatoria.
Un día antes, el Ministerio de Exteriores de Irán también había descartado como «infundadas» las conclusiones de la justicia argentina sobre el patrocinio del ataque por parte de la cúpula gubernamental persa y el brazo operativo del grupo terrorista chií Hizbolá.
El portavoz Naser Kananí exhortó a Argentina a «evitar declaraciones antiraníes» para «no poner en riesgo» los supuestos «beneficios de las relaciones bilaterales», tras las acusaciones de Milei contra Teherán por su «vínculo» con la organización palestina Hamas.
Las nuevas intimidaciones de Irán reabrieron viejas heridas en Argentina a 30 años de la masacre de la AMIA que sigue impune. Y ensombrecieron los actos de conmemoración en el país austral con un mensaje claro: el régimen sigue desafiando al mundo con una política de terror y negacionismo.