En un giro inesperado, Javier Milei habría ordenado a Patricia Bullrich que gestione la ausencia de dos diputados del PRO para evitar la aprobación de la ley de Ficha Limpia, que podría poner en riesgo la situación de Cristina Kirchner. Según fuentes cercanas, esta maniobra se enmarca en un pacto que busca asegurar la reelección de Martín Menem como presidente de la Cámara de Diputados.
La situación se tornó tensa cuando Cristian Ritondo, jefe de la bancada macrista, se mostró visiblemente molesto al enterarse de la intervención de Bullrich, quien habría restado apoyo al PRO al permitir que los diputados Gabriel Chumpitaz y José Núñez no asistieran a la sesión. Este movimiento fue interpretado como parte de la estrategia de Milei para desactivar el avance de la ley que podría afectar a Kirchner, quien ha estado bajo la lupa judicial.
La legisladora del FIT, Vanina Biasi, subrayó que la falta de quórum se debió a un acuerdo entre Milei y Kirchner, lo que sugiere una colaboración poco común entre ambos. Bullrich, que ha mantenido una relación cercana con algunos de los diputados que se ausentaron, fue acusada de erosionar la presencia del PRO en la Cámara, lo que generó un clima de desconfianza entre los legisladores.
Mientras tanto, Menem, quien es considerado un aliado cercano de Milei, se encuentra en una posición delicada. Ante la posibilidad de perder su cargo, ha estado haciendo gestiones para asegurar que su bloque mantenga la lealtad de sus miembros. En este contexto, la Casa Rosada no puede permitirse que Menem sea humillado al ser destituido por sus pares, lo que podría abrir la puerta a un cambio en la dirección del Congreso.
El ambiente político se ha vuelto cada vez más complejo, con Milei intentando equilibrar su relación con Kirchner y al mismo tiempo mantener el control sobre su propio bloque. La situación es un reflejo de las tensiones y alianzas que caracterizan la política argentina en este momento, donde los acuerdos inesperados pueden cambiar el rumbo de las decisiones legislativas.