La prensa alemana informa sobre el reciente respaldo del Parlamento Europeo al acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y Chile, el cual ha generado controversia debido a las críticas que lo consideran un «concepto neocolonial». El acuerdo busca promover el acceso europeo a recursos clave como el litio, el cobre y el hidrógeno, que son fundamentales para la sostenibilidad y la movilidad eléctrica en Europa. Aunque el acuerdo ha sido respaldado por Alemania y otros países europeos, ha surgido preocupación por las medidas de protección ambiental incluidas, las cuales se consideran insuficientes.
El acuerdo de libre comercio entre la UE y Chile tiene como objetivo facilitar el comercio eliminando aranceles para el 95% de los intercambios. Esto incluye la liberación de casi todas las exportaciones europeas hacia Chile, a excepción del azúcar, y promoverá la entrada de productos chilenos en el mercado europeo, como el aceite de oliva y la carne. Además, el acuerdo incluye cláusulas sobre igualdad de género y prácticas sostenibles. Sin embargo, detractores del acuerdo consideran que las medidas de protección ambiental son insuficientes y que las normas de protección de las inversiones podrían amenazar el medio ambiente y el clima.
La periodista medioambiental Annette Jensen ha expresado críticas a la política de crecimiento verde promovida por la Comisión Europea y el Gobierno alemán, calificándola como una postura «neocolonial». Jensen sostiene que Alemania depende de Chile para obtener cobre y litio, especialmente para las fábricas de baterías en el país. Según Jensen, esto perpetúa el papel económico impuesto por los europeos hace 500 años y convierte a Chile en una colonia.