La situación en Venezuela se agrava con nuevas tácticas de intimidación por parte del régimen de Nicolás Maduro. En el popular barrio 23 de Enero en Caracas, se han reportado casos en los que las casas de opositores han sido marcadas con una “X”, una señal de amedrentamiento que busca silenciar cualquier disidencia y evitar la organización de protestas masivas. Durante el fin de semana, se difundieron imágenes en redes sociales que muestran este macabro método de persecución, mientras los ciudadanos locales expresan su temor ante la creciente represión.
Tamara Suju, abogada y directora del Instituto Casla, ha denunciado este acto ante la Corte Penal Internacional (CPI), donde se investiga al gobierno venezolano por crímenes de lesa humanidad. Suju afirmó: “Denunciamos ante la CPI la vandalización de las casas en la Parroquia 23 de Enero, que han sido marcadas con una X para identificar a opositores o manifestantes.” Este barrio es conocido por su resistencia y por albergar a grupos que defienden la oposición al gobierno, lo que ha intensificado la estrategia del régimen para desmovilizar a sus críticos.
Desde el pasado 29 de julio, las protestas han crecido en respuesta al fraude electoral en las elecciones presidenciales. La comunidad internacional ha exigido al gobierno que detenga la violencia y la persecución contra quienes cuestionan su legitimidad. Sin embargo, el régimen ha seguido adelante con su “Operación Tun Tun”, que busca perseguir a quienes se manifiestan en contra de los resultados electorales. La Plataforma Unitaria Democrática (PUD), principal coalición opositora, ha calificado la situación de “persecución política a niveles inhumanos”, con cientos de arrestos reportados.
El candidato opositor Edmundo González Urrutia instó a Maduro a cesar la violencia y liberar a los detenidos arbitrariamente. Según datos de la ONG Foro Penal, hasta el momento se han registrado más de 1,300 arrestos, incluidos mujeres y adolescentes. La represión ha dejado un saldo trágico, con al menos 24 muertos entre los civiles, así como varios agentes de seguridad heridos. El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, también ha llamado a las autoridades venezolanas a poner fin a las detenciones arbitrarias y a respetar la voluntad del pueblo.