La comunidad latina en Estados Unidos se encuentra en un estado de inquietud ante el inminente regreso de Donald Trump a la presidencia. Este sentimiento de temor se intensifica por la amenaza de redadas y deportaciones masivas, un tema que resuena profundamente entre los migrantes. A pesar de la ansiedad, algunos latinos también se sienten atraídos por las promesas de Trump de mejorar la economía.
En Chicago, un centro comercial conocido como La Villita, que refleja la cultura mexicana, ha visto una disminución en las ventas. Los comerciantes, como Silvia, una vendedora de sombreros, expresan su preocupación: “La gente ya casi no está saliendo”, dice, mientras el ambiente se torna tenso por la amenaza de la migra. En esta área, donde aproximadamente 1,8 millones de latinos residen, muchos temen que las políticas de Trump afecten directamente sus vidas. María, otra comerciante, comparte su angustia: “Nos preocupa que venga la migra”.
El clima de incertidumbre ha llevado a algunos a adoptar una postura más cautelosa, mientras que otros se preparan para defender sus derechos. “Si me agarran, voy a pelear el caso”, afirma una de las vendedoras. Sin embargo, el miedo persiste, especialmente con el anuncio de deportaciones masivas en Chicago por parte de Tom Homan, el nuevo zar fronterizo.
A pesar de que Chicago es un bastión demócrata, la llegada de nuevos migrantes ha generado tensiones. El alcalde Brandon Johnson ha admitido que el sistema de acogida está sobrecargado, lo que ha llevado a críticas sobre la capacidad de la ciudad para manejar la crisis migratoria. Las voces de la comunidad son diversas; algunos latinos han comenzado a ver en Trump una figura que podría mejorar su situación económica, a pesar de las amenazas que representa.
Mientras tanto, organizaciones y el gobierno mexicano están preparando estrategias para proteger a los migrantes. La comunidad se está organizando para enfrentar las posibles amenazas, y muchos están tomando conciencia de sus derechos. “El mayor miedo son las deportaciones, pero no será fácil que las hagan si nos organizamos”, sostiene José Luis Gutiérrez, un líder comunitario.
A medida que se acerca la toma de posesión de Trump, la comunidad latina se encuentra en una encrucijada, enfrentando tanto el temor como la esperanza de que su voz y su lucha puedan marcar la diferencia en los próximos años.