La petrolera estatal brasileña se negó a autorizar el descargue del barco en la terminal de Escobar, impugnando la operación de compra directa realizada por Enarsa, en medio de sospechas de corrupción y sobreprecio que rodean el polémico acuerdo. El Gobierno Argentino habría pagado tres veces mas del valor habitual el gas en cuestión y generó multipla alertas cpor corrupción.
La decisión de Petrobras de no descargar un buque con Gas Natural Licuado (GNL) adquirido por el Gobierno desató una grave crisis energética que dejará sin suministro a estaciones de GNC e industrias. La tensión diplomática con Brasil se agrava.
Aunque la explicación oficial apunta a problemas para concretar el pago de los 22 millones de dólares, no se descarta una represalia del presidente Lula da Silva contra Milei, con quien mantiene un vínculo sumamente tirante.
«¿Fue una venganza de Lula por los insultos de Milei? ¿O por falta de crédito de Enarsa? No lo sabemos, pero refleja una improvisación alarmante», cuestionó un especialista en energía al tanto del caótico manejo oficial.
La crisis se precipitó por el freno a las obras de gasoductos que permitirían duplicar el envío de gas de Vaca Muerta. Al suspenderlas, el Gobierno se vio obligado a adquirir GNL a presión, pagando hasta tres veces más que el gas local.
Se estima un costo adicional de 3.200 millones de dólares sólo por importaciones, poniendo en jaque el superávit fiscal y las metas de acumulación de reservas. El Norte ya sufre faltantes y se prevén cortes en Córdoba y Santa Fe.
Ante la gravedad del cuadro y con Milei nuevamente fuera del país, reina el desconcierto en un Gabinete sacudido por la purga interna liderada por Karina Milei. El impacto político aún es incierto, pero podría ser significativo si no se resuelve rápidamente.