La actual interna entre Santiago Caputo y Karina Milei está generando tensiones significativas dentro del gobierno de Javier Milei, lo que amenaza con desestabilizar su administración. Esta disputa no solo abarca el manejo de fondos y la pauta publicitaria, sino que también refleja una diferencia más profunda en las estrategias políticas de cara a las elecciones de 2025. La situación se ha intensificado tras la reciente destitución de Nicolás Posse, jefe de Gabinete y uno de los pocos aliados leales de Milei, lo que ha dejado un vacío en el equipo y ha evidenciado las luchas de poder que se desarrollan en el ámbito libertario.

Santiago Caputo ha comenzado a acumular poder dentro del gobierno, lo que ha generado recelos entre otros funcionarios. Su influencia se ha visto reforzada tras el despido de Posse, lo que le ha permitido tomar el control de la SIDE y obtener un presupuesto significativo de gastos reservados, aumentando así su capacidad de maniobra sin necesidad de rendir cuentas. Esta situación ha llevado a una dinámica incómoda donde sus instrucciones a los funcionarios a menudo son ignoradas por los enviados de Karina, quien parece tener la última palabra en muchas decisiones.

En medio de esta batalla interna, Karina Milei ha comenzado a trabajar en la consolidación de La Libertad Avanza en las diferentes provincias, lo que podría ser un movimiento estratégico para fortalecer su posición y la de su hermano en el futuro político. Esto implica un enfoque más territorial y la creación de liderazgos locales que podrían contrarrestar la influencia de Caputo y otros allegados a Milei. La estrategia de Karina busca no solo mantener el control, sino también asegurarse de que la nueva derecha se establezca firmemente en el panorama político argentino.

A medida que se acercan las elecciones, la tensión entre Karina y Santiago se espera que aumente. La gran incógnita que persiste es si Javier Milei se comprometerá a apoyar a sus candidatos en el interior del país o si optará por centrarse en la capital, lo que podría llevar a una fractura aún mayor en el bloque libertario. La situación se complica por la necesidad de los gobernadores de negociar para mantener su poder, lo que podría llevar a que Milei se vea atrapado en un juego de alianzas políticas cada vez más complejo.