En Argentina, el acceso a medicamentos se ha vuelto cada vez más difícil para un número creciente de ciudadanos, con aumentos de precios que han superado el 500% en el último año. Según informes del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), el sector de la salud ha experimentado un incremento del 285,2%, mientras que la inflación general se situó en 266,1%. Esto ha llevado a que los medicamentos pasen a representar del 15% al 33% del gasto médico total de los argentinos desde la pandemia. Este contexto ha generado una creciente preocupación sobre la accesibilidad de tratamientos esenciales para la población.

El análisis de los precios de medicamentos revela que algunos productos han aumentado a un ritmo alarmante. Por ejemplo, entre julio de 2023 y septiembre de 2024, se registraron subas significativas en medicamentos como el Nutrilon Pepti, que aumentó un 596%, y el Diamicron, con un incremento del 544%. Esta situación se ha agravado en el contexto de un debate sobre los precios, donde el gobierno anunció que las provincias podrán importar medicamentos sin autorización federal, una medida que podría aliviar la carga en el corto plazo.

Desde 2019, el aumento acumulado de los precios de medicamentos ha sido del 4.055%, mientras que los ingresos nominales de la población han crecido solo un 2.556% en el mismo período. Esto indica que los salarios no han podido mantener el ritmo de los precios, dejando a muchos argentinos con serias dificultades para acceder a tratamientos necesarios. Además, los medicamentos cubiertos por el PAMI, aunque suelen ser más económicos, también han registrado un aumento del 254% desde noviembre de 2023, lo que refleja una tendencia preocupante en el sistema de salud.

La falta de regulación eficaz en el mercado de medicamentos ha sido citada como una de las causas detrás de estos aumentos desmedidos. A pesar de la existencia de la Ley 25.649, que propuso la prescripción de medicamentos por nombre genérico para reducir costos, el efecto de esta normativa no ha sido suficiente para estabilizar los precios. Actualmente, los medicamentos genéricos apenas representan el 3% del mercado, lo que sugiere que el sistema necesita reformas significativas para mejorar la accesibilidad y garantizar que todos los argentinos puedan obtener los tratamientos que necesitan.