En medio de la polémica por el candidato kirchnerista que encabeza la boleta de Bullrich en diputados provinciales de la quinta sección electoral, se vio una imagen digna del peronismo clásico en la previa y luego del acto en la ciudad balnearia.

Ante el silencio de los radicales que se benefician bajo el ala de Maximiliano Abad, las imágenes son inquietantes para los amantes del “a todo o nada” contra el kirchnerismo.

Con Sanz, Abad y el ex candidato a intendente del Frente para la Victoria, Diego Garciarena, Bullrich se mostró feliz frente a su público. Un público que fue levantado de distintos barrios de la ciudad en colectivos de la flota de transporte urbano de pasajeros que llevaban la publicidad de Bullrich en el vidrio trasero.

El capricho de Abad (muchos lo consideran un negocio del presidente de la UCR Bonaerense) de colocar a un íntimo amigo, admirador de Cristina Kirchner cuyo único mérito radical fue salir con una sobrina nieta de Alfonsín, es de un alto costo para los radicales que callan la jugada mas que polémica, de traición al electorado de Bullrich. Los vecinos terminarán apoyando a un kirchnerista puro para que llegue a diputado.

Vilma Baragiola, el senador Ariel Bordaisco y la presidenta del HCD local y esposa de Abad, Marina Sánchez Herrero son testigos de la las quejas por las fichas de Abad a su amigo kirchnerista. Para muchos, Abad contaminó la boleta con el peor veneno que se le puede dar a un seguidor de la ex Ministro de Seguridad de Mauricio Macri.