En una votación de alto voltaje simbólico, la Asamblea General de las Naciones Unidas respaldó este viernes la plena integración de Palestina como Estado miembro de pleno derecho, desatando la ira de Israel que calificó la medida como un «premio al terrorismo».
Pese a carecer de carácter vinculante, ya que sólo el Consejo de Seguridad puede aprobar nuevos ingresos, la resolución fue aprobada por un contundente 143 votos a favor de los 193 miembros de la ONU. Únicamente 9 países se opusieron, entre ellos Estados Unidos, Israel, Argentina, República Checa y Hungría, mientras que 25 se abstuvieron.
La iniciativa, impulsada por Emiratos Árabes Unidos y copatrocinada por España, Noruega, Irlanda y Bélgica entre otros, concede a Palestina mayores facultades que las de su actual estatus de «Estado observador no miembro». Sin embargo, mantiene limitaciones como la imposibilidad de voto o presentar candidaturas en organismos de la ONU.
Las airadas reacciones no se hicieron esperar desde el bando israelí. «Es una absurda decisión que premia a los terroristas de Hamás tras cometer la mayor masacre de judíos desde el Holocausto», fustigó el canciller Israel Katz, en relación a los recientes ataques en la Franja de Gaza que dejaron un saldo trágico.
Katz acusó además un supuesto «sesgo estructural» y que la ONU se ha vuelto «irrelevante» bajo el liderazgo de António Guterres. «Viola las propias reglas de procedimiento de Naciones Unidas al reconocer como Estado a una entidad que no cumple los criterios», agregó.
En contraste, el presidente palestino Mahmoud Abbas celebró que este respaldo masivo representa «un paso en la dirección correcta» hacia el anhelo de su pueblo de formar parte de pleno derecho de la comunidad internacional.
Aunque la votación no modifica el statu quo, consolida la creciente presión internacional sobre Israel para revivir negociaciones de paz estancadas durante años. Y deja en claro el agudo aislamiento que enfrenta el país de Medio Oriente en su política hacia los territorios ocupados.