La interna de la Unión Cívica Radical (UCR) en la provincia de Buenos Aires ha desatado una fuerte controversia tras las elecciones partidarias. La Junta Electoral del partido oficializó el triunfo de la lista de Maximiliano Abad, con Miguel Fernández a la cabeza, contra la lista apoyada por Martín Lousteau y Facundo Manes, encabezada por Pablo Domenichini. Según los resultados, Fernández y Elsa Llenderrozas obtuvieron el 51,6% de los votos, mientras que Domenichini y Nazarena Mesías lograron el 48,4%.

Sin embargo, la decisión no fue bien recibida por el sector de Lousteau y Manes, quienes alegan irregularidades en el escrutinio. El juez federal Alejo Ramos Padilla consideró abstracto el reclamo del grupo opositor, aunque ordenó a la Junta Electoral que en el futuro comunique los resultados provisorios. Domenichini y sus seguidores sostienen que en distritos clave como Quilmes se habrían impugnado votos bajo pretexto de fraude, lo que podría alterar el resultado final.

A pesar de la oficialización del triunfo de la lista de Abad, el entorno de Domenichini planea impugnar el escrutinio definitivo, acusando al oficialismo de no incluir todos los distritos en los resultados provisorios. Desde el lado de Abad, se destacó que Fernández y Llenderrozas obtuvieron un total de 39,715 votos frente a los 37,288 de Domenichini y Mesías, lo que según ellos, reafirma la dirección que quieren para el partido hacia 2027.

Ambos sectores se han acusado mutuamente de fraude, y la disputa ha escalado en redes sociales. Karina Banfi, diputada nacional, se burló de los seguidores de Lousteau y Manes en Twitter, mientras que Nazarena Mesías denunció que se intenta validar un certificado inexistente. En respuesta, desde el comando de Fernández y Llenderrozas enfatizaron la necesidad de un radicalismo fuerte y unido como alternativa de poder en el futuro.