El jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri, ha tomado la decisión de frenar todas las obras nuevas en zonas residenciales hasta que se sancione el nuevo Código Urbanístico. Esta medida, que se extiende por 180 días hábiles, busca evitar que se aprueben proyectos bajo el «viejo» código, que permite construcciones más altas en áreas donde en el futuro estarán restringidas.

Grupos de vecinos habían manifestado su descontento con el crecimiento desmedido de torres en sus barrios, alegando que estas estructuras afectan la identidad del espacio. En este contexto, el decreto que formaliza la suspensión de obras será publicado en el Boletín Oficial una vez que la Procuración de la Ciudad complete su revisión del documento.

Además, el gobierno de Macri ha decidido paralizar los trámites de «Interpretación urbanística» en aquellas áreas catalogadas como de «baja sustentabilidad», donde la altura máxima permitida es de 9 a 11 metros. Esta acción se alinea con las promesas de campaña de Macri, quien se comprometió a escuchar y actuar ante las quejas de los ciudadanos.

Por otro lado, la oficina a cargo de la interpretación urbanística, liderada por Sandra Tuya, ha sido objeto de controversias en el pasado debido a su papel en la regulación de los desarrollos inmobiliarios en la ciudad. El nuevo Código Urbanístico tiene como objetivo restablecer un equilibrio en el desarrollo urbano, priorizando la calidad de vida de los residentes.