El anuncio del presidente Joe Biden de no buscar la reelección abrió un gran debate dentro del Partido Demócrata sobre quién debería ser el próximo candidato presidencial. Si bien la vicepresidenta Kamala Harris se perfila inicialmente como la sucesora natural, enfrenta escepticismo debido a su baja popularidad y su irregular desempeño electoral previo.
Tras respaldar inicialmente a Harris, algunas voces demócratas analizan otras opciones que puedan inyectar entusiasmo y mejorar las perspectivas electorales del partido de cara a los comicios de 2024. Entre los nombres que cobran fuerza se encuentran la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, recién reelecta en un estado clave, y el gobernador de Kentucky, Andy Beshear, quien logró la reelección en un estado republicano.
«Necesitamos un candidato que pueda ganar no solo los votos de la base demócrata, sino también atraer a los indecisos en los estados pendulares del medio oeste», expresó un asesor cercano al partido que pidió reserva.
Otras alternativas serían el gobernador de Colorado, Jared Polis, de perfil conciliador, o figuras con experiencia en Washington como el senador Mark Kelly, quien triunfó dos veces en la disputada Arizona.
En las últimas horas trascendió además que el senador Joe Manchin, recién independizado del Partido Demócrata, analiza retornar a las filas del partido para presentar su propia candidatura presidencial, en lo que sería un movimiento impensado para gran parte del establishment demócrata.
Mientras el proceso de definiciones avanza, desde el partido buscan enviar un mensaje de unidad. «Dependerá de los militantes elegir al mejor candidato, pero todos nos alinearemos detrás del nominado para derrotar a Trump», aseguró un alto funcionario.