El régimen de Nicolás Maduro volvió a ser cuestionado a nivel global tras los comicios presidenciales celebrados en Venezuela. Diversas voces de líderes mundiales expresaron su rechazo ante los resultados oficiales que ratificaron al mandatario chavista en el poder.
A pesar del anuncio del Consejo Nacional Electoral que otorgó el 51% de los votos a Maduro, la oposición denunció graves irregularidades. Ante tal situación, líderes de América y Europa alzaron su voz en defensa de la voluntad popular venezolana.
Estados Unidos encabezó los reclamos. El secretario de Estado, Antony Blinken, exigió un recuento «justo y transparente», calificando de «preocupante» que el resultado no reflejara el sentir ciudadano. «Elogiamos la valentía del pueblo venezolano frente a la represión», agregó.
Presidentes como Gabriel Boric de Chile y Javier Milei de Argentina también se pronunciaron. El mandatario chileno pidió «total transparencia» y veedores internacionales. Milei, por su parte, adelantó que su país «no reconocerá otro fraude» y urgió a las Fuerzas Armadas a «defender la democracia».
En tanto, el canciller peruano condenó las «irregularidades con voluntad de fraude», mientras Uruguay no reconocerá el resultado por considerar que el proceso estuvo «viciado». La Unión Europea solicitó garantías de transparencia en el escrutinio.
Las críticas trascendieron también al viejo continente. España y autoridades italianas cuestionaron el desarrollo regular de la jornada comicial y reclamaron acceso a las actas para verificar si el anunciado triunfo de Maduro refleja realmente el voto popular.
Voces autorizadas advirtieron que de no revertirse esta situación, la comunidad internacional debería reaccionar con contundencia. Las denuncias confluyen en un reclamo unánime: respetar la voluntad democrática del pueblo venezolano.