Estados Unidos exhortó enérgicamente al régimen de Nicolás Maduro y a la oposición venezolana a entablar conversaciones para encauzar una «transición pacífica» hacia la democracia. Así lo manifestó el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, quien reconoció la victoria opositora en las controvertidas elecciones del 28 de julio e insistió en la publicación de las actas completas para un «escrutinio minucioso».

Miller aseveró que, incluso si todos los votos pendientes favorecieran a Maduro, esto no bastaría para superar la ventaja exhibida por el candidato opositor Edmundo González Urrutia según los datos divulgados por la propia oposición. «Es evidente que Edmundo González llevaba la delantera», subrayó el funcionario estadounidense.

Pese a que el Consejo Nacional Electoral oficialista proclamó a Maduro como ganador con el 52% de los votos, la oposición denunció un fraude y publicó actas que reflejarían un amplio triunfo para González. Washington ha avalado estos resultados alternativos como «abrumadora evidencia».

Mientras, el régimen venezolano tachó las declaraciones de EE.UU. como una «inaudita» injerencia que buscaría imponer un «gobierno títere». Asimismo, inició una investigación contra los líderes opositores María Corina Machado y González por supuesta «instigación a la insurrección» al pedir a militares colocarse «del lado del pueblo».

En esta coyuntura crítica, la administración estadounidense ha reiterado sus exigencias de transparencia electoral y llamados al diálogo, advirtiendo que la publicación de las actas requeriría un «escrutinio minucioso» ante posibles manipulaciones con el transcurso del tiempo.