Las negociaciones se tensan hacia adentro de cada uno de los espacios políticos en pos darle forma definitiva al tablero de nombres propios que los ciudadanos encontrarán en las urnas.
El vencimiento el próximo sábado del plazo para la oficialización de las postulaciones de cara a las PASO del 11 de agosto y, luego, a las generales del 27 de octubre, tensa las negociaciones hacia adentro de cada uno de los espacios políticos en pos darle forma definitiva al tablero de nombres propios que los ciudadanos encontrarán en las urnas.
Es que, con las cuatro elecciones provinciales celebradas el domingo en Santa Fe, San Luis, Tierra del Fuego y Formosa, y, así, el cierre de una primera etapa de comicios locales, se intensificaban desde el lunes los cabildeos hacia adentro de las alianzas anotadas para competir en las dos instancias nacionales.
Aunque por el tamiz de las PASO circularán también las listas de precandidatos a diputados nacionales y, en el caso de ocho provincias, además las de senadores nacionales, la atención se concentraba por estas horas en los binomios presidenciales y en las decisiones últimas sobre si habrá o no competencia interna de precandidatos en alguna de las alianzas.
Más allá de eso, sin embargo, en las mesas de negociaciones, los lugares en las nóminas legislativas estaban en el centro de la escena, por ser protagonistas de la letra chica de los acuerdos electorales.
Así, tanto dentro del frente oficialista Juntos por el Cambio como en los opositores Frente de Todos, Consenso Federal y FIT Unidad, comenzaba a correr la cuenta regresiva hacia el próximo sábado, cuando, a la medianoche, vencerá el plazo para la oficialización de precandidatos y quedará completamente delineada la oferta electoral de este año clave.