La UCR bonaerense se encuentra en un momento de profunda división, con un sector de intendentes que prefiere evitar alianzas riesgosas con La Libertad Avanza (LLA) y apostar por la construcción de un espacio de centro. La principal preocupación de estos jefes comunales es la experiencia de otros distritos, donde concejales y legisladores libertarios, a pesar de integrar las listas de Juntos por el Cambio, terminaron votando en contra de las iniciativas del gobierno local e incluso atacando la gestión.

«Si entran violetas con tu lista y después votan en contra, es lo mismo que perder la elección. Es como armarte tu propia cárcel», señalan fuentes cercanas a estos intendentes, quienes ven con desconfianza la posibilidad de sumar a LLA a sus filas. El lanzamiento del partido «Hechos» por parte del intendente de San Nicolás, Santiago Passaglia, es visto como un ejemplo de esta postura, al optar por un espacio propio antes que arriesgarse a una alianza con resultados inciertos.

Según pudo reconstruir Infobae, al menos 10 de los 27 intendentes radicales de la provincia han planteado la necesidad de tener una «lista competitiva» para las elecciones del 7 de septiembre, lo que se traduce en la búsqueda de acuerdos con el PRO y LLA. Sin embargo, la experiencia de otros distritos, donde los libertarios han demostrado poca lealtad a los acuerdos preelectorales, genera dudas y resistencias entre estos jefes comunales.

Ante este panorama, un sector del radicalismo bonaerense se ilusiona con la posibilidad de construir un espacio de centro, sumando a dirigentes como Emilio Monzó, Margarita Stolbizer y referentes del peronismo disidente. Aunque reconocen que existe un «desorden» dentro de los actores que buscan alejarse de los extremos, celebran el anuncio de Passaglia y confían en que su ejemplo sirva para convencer al resto de que pueden ser una alternativa competitiva.