El Gobierno anunció modificaciones al Servicio Militar Voluntario, un programa existente desde hace décadas, con el objetivo de atraer a jóvenes que no estudian ni trabajan, ofreciéndoles una formación integral que va más allá de lo militar. La iniciativa, impulsada por los Ministerios de Defensa y Capital Humano, busca fortalecer el perfil profesional, educativo y cívico de los participantes.

Una de las principales novedades es la ampliación del rango de edad, que ahora abarca de 18 a 28 años. Además, se exigirá la finalización de los estudios secundarios como requisito para avanzar en el programa. Para ello, el Ministerio de Capital Humano creará una plataforma de desarrollo personal y profesional que permitirá a los jóvenes completar la escuela durante su permanencia en las unidades militares.

Asimismo, se certificarán formalmente los conocimientos adquiridos en diversas áreas, como cocina, mecánica, administración, albañilería, soldadura, entre otras, con el fin de facilitar la inserción laboral de los participantes una vez finalizado el servicio. Se incrementará la duración y el contenido de la instrucción militar inicial, incorporando módulos sobre asistencia en emergencias, respuesta ante catástrofes y apoyo a la comunidad.

Sin embargo, la medida ha generado críticas dentro de algunos sectores de las Fuerzas Armadas, que cuestionan los costos que implicaría este proyecto en un contexto de falencias y necesidades internas. Algunos argumentan que las Fuerzas Armadas no deben solucionar problemas sociales como la deserción escolar. Además, señalan que no se han informado oficialmente los cambios a través de un decreto o resolución, y que persisten reclamos salariales sin respuesta.