La finalización del gasoducto que prometía un ahorro de 3.000 millones de dólares anuales se ve comprometida. La UTE conformada por Contreras Hermanos y Esuco, encargada de concluir la obra, anunció su retiro debido a la falta de pago por parte de Enarsa, la empresa estatal propietaria del gasoducto.

La contratista argumenta que Enarsa adeuda facturas desde febrero de este año y no se hace cargo de los sobrecostos imprevistos. Además, denuncian la falta de avance en la documentación necesaria para finalizar la planta compresora.

La comunicación de las empresas a Enarsa es contundente, anunciando la relocalización de todos sus recursos y estableciendo que las comunicaciones deberán realizarse exclusivamente por correo electrónico o carta contractual a partir del 19 de mayo de 2025.

En este contexto, se suma la renuncia del gerente de operación y mantenimiento de Enarsa, Oscar Álvarez. Fuentes internas señalan que la empresa se encuentra a la deriva mientras los asesores se retiran.