La sesión de la Comisión de Disciplina del Consejo de la Magistratura se vio abruptamente interrumpida cuando los jueces decidieron abandonar la sala, dejando sin quórum la reunión. La polémica medida impidió el tratamiento de temas sensibles, entre ellos, el caso de Lago Escondido, donde se investiga la visita de magistrados y fiscales a la propiedad de Joe Lewis y las posibles dádivas e incumplimiento de deberes que esto implicaría.
La actitud de los jueces fue calificada como un «lock out» por el presidente de la comisión, César Grau, quien expresó su asombro y preocupación ante lo que consideró una maniobra corporativa de extrema gravedad. Grau lamentó que la decisión impidiera el debate sobre temas importantes que debían ser abordados en el ámbito plural del Consejo. Quienes se levantaron y abandonaron la reunión que se desarrollaba de manera online, son los jueces Diego Barroetaveña, Agustina Díaz Cordero, Alejandra Provítola y Alberto Lugones.
El consejero Luis Juez también criticó duramente la actitud de los jueces, señalando que no se puede eludir la responsabilidad de discutir y analizar los temas que la Constitución les encomienda. Juez advirtió que la sociedad podría reprocharles el no cumplir con su tarea.
La ausencia de los jueces no solo impidió el tratamiento del caso Lago Escondido, sino que también bloqueó el avance de otras 47 medidas que estaban en el temario. Se teme que la falta de tratamiento del caso Lago Escondido pueda llevar a su prescripción en septiembre, lo que generaría aún más controversia.
Ante esta situación, el consejero Grau anunció que informará lo sucedido al presidente de la Corte Suprema de la Nación y del Consejo de la Magistratura, Horacio Rosatti. La incertidumbre reina sobre el futuro del Consejo y su capacidad para cumplir con su función de juzgar la actividad de los magistrados.