En Jujuy, el gobernador Carlos Sadir asestó un duro golpe a las aspiraciones de La Libertad Avanza (LLA), desmintiendo las encuestas que anticipaban un triunfo libertario y consolidando su liderazgo en la provincia. Con una diferencia de más de 20 puntos, Sadir logró duplicar los votos de LLA, demostrando que el modelo de gestión provincial sigue gozando de un fuerte respaldo popular.
«Estaba esta idea que La Libertad Avanza ganaba cómodamente porque un poco las encuestas daban eso, pero al final se dio un apoyo contundente a la gestión que iniciamos el 2023», afirmó Sadir, marcando distancia con la gestión de su antecesor, Gerardo Morales. El gobernador destacó que en Jujuy se evidenció la diferencia entre dos modelos: el provincial, enfocado en el equilibrio fiscal pero también en la administración responsable pensando en la gente, y el nacional, que prioriza el ajuste macroeconómico a costa de desatender las necesidades de la población.
«Nosotros no despedimos empleados, terminamos las obras públicas que la Nación abandonó, mantenemos los planes de salud y subsidiamos el transporte para que los alumnos viajen gratis», explicó Sadir, contraponiendo su gestión a las políticas de ajuste implementadas a nivel nacional. «Uno entiende y comparte que quieren cerrar los números de la macro, pero no a costa de olvidarse de todo, de la obra pública, el incentivo docente, de la gente», sentenció.
El triunfo de Sadir en Jujuy representa un revés para el gobierno nacional, que había depositado sus expectativas en la figura de Santiago Caputo para impulsar la candidatura libertaria en la provincia. A pesar de la buena imagen que Javier Milei pueda tener en Jujuy, sus candidatos no logran capitalizar ese apoyo, evidenciando las dificultades del gobierno para trasladar su popularidad a nivel local.
Con este resultado, el gobierno jujeño se asegura el acompañamiento de la Legislatura para lo que resta de su mandato, reteniendo 12 de las 18 bancas en juego y conservando la mayoría en la Legislatura. En contraste, la elección fue catastrófica para el peronismo, que podría perder la mitad de sus bancas en la legislatura provincial, evidenciando la crisis que atraviesa el partido a nivel nacional.