Donald Trump ha tomado la sorprendente decisión de iniciar un proceso de paz con Vladimir Putin en relación al conflicto en Ucrania, excluyendo al presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, de las negociaciones. En un giro inesperado, el mandatario estadounidense ha comenzado a sondear a líderes europeos para encontrar un representante que defienda los intereses de Ucrania en las conversaciones con Rusia. Trump expresó en su red social que ha llegado a la conclusión de que Zelensky «no está listo para la paz».

A pesar de que Zelensky había estado presente en la Casa Blanca, Trump ha optado por un enfoque unilateral en sus diálogos con Moscú, dejando de lado la participación directa del líder ucraniano. Esta decisión ha generado una creciente desconfianza entre Estados Unidos y sus aliados europeos, quienes temen que la estrategia de Trump favorezca a Rusia. El primer ministro británico, Keir Starmer, ha intentado mediar entre ambos líderes, pero Trump ha dejado claro que Zelensky no forma parte de su plan de negociación.

Mientras tanto, Trump ha ordenado a Elon Musk investigar el uso de los fondos estadounidenses destinados a Ucrania, lo que refleja su desconfianza hacia Zelensky. Además, ha decidido pausar el envío de ayuda militar y dilatar la cooperación en inteligencia, lo que podría poner en riesgo la defensa ucraniana. Zelensky, tras una tensa reunión en la Casa Blanca, se ha dirigido a Londres para participar en una cumbre europea, pero sin el respaldo de Trump, quien busca un nuevo interlocutor para avanzar en las negociaciones con Putin. La situación se complica, y Europa se convierte en un actor clave en la búsqueda de una solución al conflicto.