El panorama para las importaciones en Argentina se presenta con cambios significativos para 2025, tras un año marcado por un superávit comercial de aproximadamente 18.000 millones de dólares. Este resultado se debe a un incremento del 18% en las exportaciones y una caída del 20% en las importaciones durante 2024. Sin embargo, las expectativas para el próximo año son optimistas, ya que se anticipa una recuperación de las compras al exterior, impulsada por la eliminación del impuesto PAIS y la mejora de la actividad económica.
A partir del 24 de diciembre, la eliminación de este impuesto permitirá que importar sea un 7,5% más económico, lo que podría incentivar a los importadores a reactivar sus operaciones. A pesar de que las importaciones han mostrado un descenso acumulado del 21,5% en los primeros diez meses de 2024, en octubre se registró un aumento del 5% en comparación con el mismo mes del año anterior, lo que sugiere un cambio en la tendencia.
Los analistas prevén que las importaciones en 2025 podrían alcanzar entre 70.000 y 75.000 millones de dólares, lo que representaría un crecimiento del 23% respecto a 2024. Este aumento se debe no solo a la eliminación de restricciones y aranceles, sino también a un tipo de cambio real que se encuentra apreciado en comparación con años anteriores, lo que facilita las compras en el exterior.
Sin embargo, este crecimiento en las importaciones también plantea desafíos para la producción local. Algunos expertos advierten que, aunque el aumento en las importaciones puede ser beneficioso para la economía en general, podría resultar en una sustitución de la producción nacional por productos importados en ciertos sectores. La Cámara de Importadores ha expresado su satisfacción con la normalización del comercio exterior y espera que la tendencia de crecimiento en las importaciones se mantenga.
En resumen, 2025 se perfila como un año de reactivación para las importaciones en Argentina, con un entorno más favorable gracias a la eliminación del impuesto PAIS y la mejora de la economía, aunque también con la necesidad de que los productores locales se adapten a una mayor competencia.